Esta vez el título parece una pregunta, una inquietud que a muchos incomoda, es cierto, cualquiera puede ponerse el rótulo de diseñador de iluminación, pero no cualquiera sabe lo que hace.
Pero entonces, ¿qué es diseño de iluminación?
Empecemos por esa etiqueta tan general, diseño de iluminación, la cual por si sola abarca una gran cantidad de aplicaciones como de profesionales involucrados, pero entonces ¿por qué muchos le atribuyen exclusivamente al diseño arquitectónico? y ¿por qué pocos recuerdan que sus orígenes vienen del diseño escénico y teatral?
Si, diseñar con luz no se trata de embellecer edificios, ni de distribuir puntos eléctricos, ni de aumentar la percepción de seguridad. El diseño de iluminación es una profesión integral por sí misma, su principal objetivo es manipular la luz para comodidad (del ojo) del ser humano, recordando siempre que luz es todo lo que vemos, tan simple y complejo como suena.
Es en este punto donde aparecen las particularidades de la profesión, por tanto, la forma adecuada de nombrar cada rama sería por el conocimiento propio de su enfoque, aquí un ejemplo:
El diseño de iluminación arquitectónico es solo una rama del diseño de iluminación.
Y si tenemos todas las anteriores distinciones de la profesión, ¿cómo es posible que en ella no quepamos todos?
Podríamos suponer que la mayoría de los que están leyendo esto han sido autodidactas, que han aprendido sobre el diseño manipulando productos, preguntando, viendo el trabajo de los demás, pero sobretodo experimentando, y ¿donde quedó la formación académica de la profesión?, esto nos lleva a una primera conclusión…
Existe una necesidad abrumadora por educación en iluminación.
No podemos olvidar la investigación, los sistemas de iluminación y su aplicación requieren de profesionales que se formen constantemente.
De no ser así, encontraremos cada vez más “expertos” en el manejo de software, lo cual no está mal, pero que se han quedado solo en el cálculo de iluminancia medía (Em) y uniformidad (Uo), sin saber interpretar los datos que ingresan y peor aun los datos que obtienen de sus modelos.
Acaso no están cansados de esas reuniones en las que el tema principal es la constante quejadera, de la falta de objetividad técnica, de la pelea inútil entre el ingeniero, diseñador y arquitecto, de la arrogancia de unos pocos que traicionaron la profesión por algunas «gratas compensaciones», que en algunos casos se convierten en viajes como premios por especificar productos de ciertos proveedores.
De igual manera sucede en la prestación del servicio de alumbrado público de cualquier municipalidad/ayuntamiento, ingenieros que hacen las veces de abogados y abogados que asumen la parte técnica de ingenieros.
Es por eso que debemos dejar a un lado la cantidad y enfocarnos en la calidad, en la importancia de hablar un mismo idioma, en diseñar y escribir con tinta de luz, en colaborar y ser eficaces en la coordinación de las diferentes profesiones para sacar un proyecto adelante, ya sea grande o pequeño, interior o exterior, público o privado.
Pero también…
Hemos tenido el placer de conocer personas que de verdad inspira en esta profesión, que por su trabajo han aportado al diseño sin anteponer a su nombre un título, que los reconocemos por su experiencia y amor por la iluminación, que han logrado unir a diferentes profesiones y conseguir los mejores desarrollos en el tema, a ellos gracias, muchas gracias; al fin y al cabo, diseñamos para observar, ver y contemplar.
y si, cualquiera puede diseñar, lo cierto es que…
No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista sí puede provenir de cualquier lugar.
Anton Ego, Ratatouille.
No se trata simplemente de hacer las cosas, es hacerlas bien hechas.